Descubre para qué sirve el ketorolaco, cómo usarlo de forma segura, los posibles efectos secundarios y sustancias con las que puede o no interactuar.
El ketorolaco es uno de esos fármacos que, aunque poderoso y efectivo para el dolor, debe utilizarse con criterio y bajo supervisión médica debido a los posibles efectos secundarios que puede producir en tu salud.
Sentir dolor intenso puede ser una experiencia abrumadora, y muchas veces buscamos alivio inmediato sin considerar los riesgos de los medicamentos que usamos.
En esta nota, te explicamos cómo usarlo de forma segura, qué efectos secundarios debes conocer y con qué otras sustancias no deberías combinarlo.
¿Qué es el ketorolaco y cómo funciona?
El ketorolaco pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y se utiliza principalmente para aliviar el dolor de moderado a intenso, incluso mediante administración oral o intravenosa.
Aunque es muy efectivo, su uso está restringido a tratamientos de corta duración, generalmente no más de cinco días, para minimizar riesgos.
Un artículo de Mayo Clinic destaca su uso en el contexto analgésico previo y posterior a una cirugía. Asimismo, según Cochrane, su efecto se basa en inhibir sustancias químicas que causan inflamación y dolor.
¿Cuándo y cómo usar ketorolaco de forma segura?
Sigue siempre las indicaciones de tu médico o de la receta, respetando dosis y horarios exactos, puedes tomarlo con o sin alimentos pero no por más de cinco días.
Informa a tu especialista si presentas alguna de estas condiciones, pues aumentan el riesgo de complicaciones:
- Asma, problemas de coagulación, deshidratación o consumo frecuente de alcohol.
- Antecedentes recientes de infarto, accidente cerebrovascular o cirugía cardíaca (CABG en las últimas dos semanas).
- Hipertensión, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal o hepática, úlceras digestivas, tabaquismo o antecedentes de sangrado en el sistema gastrointestinal.
- Embarazo, lactancia o intentos de concepción.
- Reacciones alérgicas previas a ketorolaco, otros medicamentos, alimentos, colorantes o conservantes.
Interacciones medicamentosas: lo que debes evitar
Debes informar a tu doctor sobre cualquier sustancia que estés tomando, ya que el ketorolaco puede interactuar de manera adversa si se combina con:
- Aspirina, ibuprofeno, naproxeno u otros AINE.
- Medicamentos como cidofovir o probenecid.
- Alcohol, anticoagulantes, ciclosporina, digoxina, diuréticos, litio, antihipertensivos, metotrexato, antidepresivos o esteroides como prednisona.
- Suplementos naturales como ajo, jengibre o ginkgo.

Efectos secundarios del ketorolaco: riesgos a considerar
Además de efectos comunes como dolor de cabeza, náuseas, pérdida de apetito o molestias estomacales, existen señales de alarma que requieren atención médica inmediata:
- Reacciones alérgicas: urticaria, hinchazón facial, dificultad para respirar.
- Sangrado gastrointestinal: heces negras o con sangre, vómitos con sangre o tipo “granos de café”, orina oscura, moretones inexplicables.
- Complicaciones cardiovasculares: dolor torácico, presión en el pecho, dificultad respiratoria, sudoración fría o mareos.
- Insuficiencia cardíaca: hinchazón en extremidades, aumento de peso repentino, fatiga inusual.
- Lesión renal: disminución en la cantidad de orina, hinchazón en manos o pies.
- Lesión hepática: dolor abdominal, ictericia en piel u ojos, orina oscura o heces claras, malestar general.
- Reacciones cutáneas graves: erupciones, ampollas dolorosas o fiebre con ganglios inflamados.
- Riesgo de accidente cerebrovascular: debilidad súbita, problemas del habla, pérdida de coordinación, dolor de cabeza intenso o alteraciones visuales.
El potencial analgésico del ketorolaco es indiscutible, pero también sus posibles efectos adversos si se administra de forma incorrecta o prolongada, no tomes a la ligera su uso cotidiano y si es recetado no lo combines sin consultar a tu médico.
Recuerda: el buen uso de los medicamentos no solo alivia el dolor, también protege tu salud a largo plazo
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