Varias apps y softwares utilizan obras originales para alimentar su banco de datos que permite a cualquier persona crear canciones
Ya se pueden crear letras, instrumentos y voces con sólo pulsar un botón.
Pero el problema con los proveedores que hacen posible este tipo de música es que utilizan obras de artistas como plantillas y sin su consentimiento.
El servicio de streaming Deezer recibe 20 mil canciones generadas íntegramente por modelos de inteligencia artificial al día, según declaró el proveedor francés a principios de este año.
En cuanto a calidad, estos modelos no pueden competir con los humanos, afirma la cantautora Levina. Pero el problema radica en la enorme cantidad de música que los humanos tienen que destacar en los servicios de streaming.
Y cuando gran parte de ella está inundada de IA, lo hace aún más difícil”, afirma Levina, artista alemana que lucha por los derechos de los músicos en su país adoptivo, el Reino Unido, como presidenta de un consejo de músicos.
De hecho, en TikTok se ha viralizado una canción creada por el usuario Joel Binks, Bringing Punk Back, creada a partir de un recap que hizo de sus bandas favoritas. “No tengo una banda, sólo escribo las letras y todo lo demás lo hago por IA”, dijo en su descripción de Instagram.
Su video más exitoso tiene 527 mil reproducciones en TikTok, mientras que sus canciones están oficialmente disponibles en plataformas como Apple Music y Spotify, servicios en los que puede monetizar
Al ser rolas basadas en la nostalgia encontraron gran recepción en redes sociales y muy pocas críticas. Simple Plan le dio like a su clip.
FORMACIÓN EN IA GRATUITA
Pocos músicos satanizan el uso de la IA, en principio, afirma Christopher Annen, quien hace campaña en nombre de los artistas para una asociación alemana de músicos. La IA ofrece enfoques creativos que puedan replicarse posteriormente, afirma.
Pero lo que deja insatisfecha a la gente es que sus canciones “fueron tomadas por proveedores, donde se puso mucho corazón y alma en ellas, donde fluyeron historias personales”, dice Annen, también guitarrista de la banda AnnenMayKantereit. “Y luego una empresa desarrolló una aplicación con la que generan millones y miles de millones en ventas; eso simplemente no es justo”.
La distribución desigual de los ingresos no es un problema nuevo para los músicos. La IA es simplemente “un avivador de fuego para un fuego que lleva mucho tiempo latente”, afirma el especialista en derechos de autor Matthias Hornschuh.

La gran mayoría de los artistas han estado perdiendo importantes ingresos durante mucho tiempo debido a los servicios de streaming que dominan hoy en día. Un estudio del gobierno del Reino Unido reveló que el 0.4 % de los artistas en el Reino Unido se ganan la vida con las reproducciones en streaming.
El estudio, basado en datos recopilados entre 2014 y 2020, utilizó cifras recopiladas de miles de músicos y productores a través de grupos de estudio.
Según el informe de la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido, sólo los artistas que alcanzaban regularmente un millón de reproducciones al mes se consideraban rentables gracias a las plataformas de streaming. Esto suponía mil 723 músicos y productores, o aproximadamente el 0.4 % de los artistas en el Reino Unido.
Los músicos y sus representantes temen que la IA esté agravando aún más el problema.
A principios de este año, mil artistas, entre ellos Annie Lennox, Damon Albarn y Kate Bush, lanzaron un álbum mudo titulado ¿Es esto lo que queremos? en protesta contra los planes del gobierno británico que podrían permitir a las empresas de IA utilizar contenido con derechos de autor sin su consentimiento.
La protesta se centró en el temor de que los desarrolladores de IA pudieran explotar el trabajo de los artistas para desarrollar sus modelos a menos que los titulares de los derechos se opongan.
Ahora, en toda la industria, los artistas exigen a los proveedores de IA que paguen a los músicos, y las productoras también están demandando.
El año pasado, las discográficas Sony y Warner, entre otras, presentaron demandas contra Suno y Udio, dos compañías musicales con IA, alegando que cometían infracciones masivas de derechos de autor al usar canciones para entrenar sus modelos y versiones en desarrollo.
-Con información de Jorge Santamaría
