Patti Smith, Pink Floyd, Bob Dylan, Led Zeppelin y Bruce Springsteen publicaron algunos de sus mejores trabajos en 1975.
Por Héctor González
Inmersos todavía en la inercia de las listas y recuentos, no viene mal recordar que 1975 fue un año particularmente interesante para el rock. Bandas y solistas lanzaron dentro de aquel periodo algunas de sus mejores producciones o al menos, discos que determinaron su rumbo ascendente y que vistos o, mejor dicho, escuchados 50 años después, todavía tienen tela de donde cortar.
El debut más interesante fue el de Patti Smith, de quien apareció Horses. Si aún es potente su verso “Jesus died for somebody’s sins, but not mine” (Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos), imaginemos lo que fue hace cinco décadas, cuando el soft rock empezaba a permear los primeros puestos de popularidad. Su versión de “Gloria”, además de temas como “Redondo Beach”, “Horses/Land of a Thousand Dances” y “Free money”, suenan tan bien hoy como entonces y anticiparon algo de la rabia que un año después explotaría en forma de punk.
Corrían buenos tiempos para la dupla Roger Waters-David Gilmour cuando vio la luz el esperado tributo a su excompañero Syd Barrett. La melancólica “Whish you were here”, canción que dio título al disco, sigue siendo de lo mejor que hizo Pink Floyd. “Shine On Your Crazy Diamond” o “Welcome to the Machine”, conservan su atmósfera envolvente. ¿Sería este el último gran disco de la banda?
Para Bob Dylan corrían tiempos de cambio. El artista que en su momento llevó la loza que supone ser “la voz de su generación”, hizo circo, maroma y teatro para reinventarse. Entre tanto hubo crisis personales, separaciones y algunos naufragios, todo eso corre por las venas de Blood On The Tracks, una auténtica obra maestra. No descartemos que cuando la Academia Sueca decidió darle el Nobel de Literatura a Dylan, tenía en mente temas como “Tangled up in Blue” o “Simple Twist of the Fate”.
Desde los primeros riffs de “Custard Pie”, canción con la que abre el disco, Phsycal Graffiti se anticipaba como uno de los grandes trabajos de Led Zeppelin. En su sexta grabación, el cuarteto conformado por Robert Plant, Jimmy Page, John Paul Jones y John Bonham lucen en plena forma. Por supuesto “Houses of the Holy”, “Kashmir” e “In the light”, son algunos de los botones que mejor encajan en este álbum doble.
Tras dos discos de incipientes ventas y buenas críticas, Bruce Springsteen tenía la necesidad de demostrar que era más que un heredero de Dylan y Van Morrison. El disco que lo llevó directo a las grandes ligas fue Born to Run. “Thunder Road” es una de las mejores primeras canciones de un disco en la historia del rock y “Jungleland”, un cierre excepcional. En medio están “Tenth Avenue Freeze-Out”, “She’s the One” y la propia “Born to Run”. Calle, noche y un hambre feroz por trascender, hacen de este trabajo una joya.
Otros discos notables de 1975 fueron: Sabotage, de Black Sabbath; Golden Years, de David Bowie; Radio-Activity, de Kraftwerk; Zuma, de Neil Young; Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy, de Elton John; y A Night at the Opera, de Queen. ¿Cuál es tu selección?
Redacción AN / HG
